“La raíz del sufrimiento es el apego. La supresión del sufrimiento es el desapego” – Buddha
Todos
deseamos ser libres y sentirnos libres, pero ¿cómo es realmente ser así? La
mayoría imagina que es algo como ser tu propio jefe, no vivir de la alarma del
despertador, o dejar de vivir la carrera de la rata. La verdad es que, la
libertad es más un estado mental que nada y puede que tengas un horario de
trabajo de 9-7 y ser completamente libre. También puedes ser tu propio jefe y
estar completamente esclavizado.
Al final todo
recae en tus intenciones, tus deseos y tu nivel de apego a un resultado en
particular. ¿Estás resistiendo a tu corazón y a tu vida, o fluyes con ellos y
aceptas cada momento?
Los
siguientes son 5 apegos que debemos liberar para ser verdaderamente libres:
1) Expectativas de la Sociedad
Tu papá
quiere que tengas una buena educación. Tu mamá quiere que encuentres a una
buena mujer u hombre para que te cases. Tus profesores quieren que consigas un
trabajo de 9-7. Los medios oficiales te imponen lo que tu vida “ideal” debería
de ser y quieren que pases tu vida persiguiendo el “Sueño Americano”. Todas estas
influencias te mantienen atrapado en un estado mental que está plagado por una
constante necesidad de impresionar a alguien o vivir de acuerdo a expectativas
que nada tienen que ver con lo que REALMENTE quieres hacer como persona.
Tal vez tú quieras dejar la escuela y empezar tu propio negocio. Tal vez
lo que quieres es ser soltero, y estés contento sin tener mucho dinero o cosas
materiales. El mundo a tu alrededor está constantemente tratando de convertirte
en alguien que no eres imponiendo sus expectativas en tu vida. Esto crea un
programa en tu psicología que te mantiene constantemente tratando de llenar
estas expectativas para hacerte sentir que eres “exitoso”, cuando en realidad
estás desperdiciando energía tratando de dejar una marca en la conciencia de
alguien para obtener su aprobación. Ser libre es vivir para ti.
2) Tu pasado
Tu pasado no
define quién eres. Contrario a lo que la gente a tu alrededor pueda decirte, no
estás definido por tus pecados, tus logros, tus errores, tus éxitos o tus
fracasos. Lo que hayas hecho en tu pasado, ya sean bueno o malo evitará que
evoluciones si estás apegado a ello. Si es malo y estás apegado te vas a causar
a ti mismo depresión y auto-odio sobre algo que ya ni siquiera existe. Si es
bueno, y estás apegado a ello, estás proyectándote fuera del momento presente
en una transmisión de la memoria.
Tu pasado
está ahí para actuar como guía y brújula, pero el mundo te dice que somos la suma
de nuestra historia. Cuando nos postulamos para un trabajo, se espera que
entreguemos un currículum vítae. También se espera de nosotros que tengamos un
currículum qué presentarle al mundo cuando hablamos sobre quiénes somos como
personas. Cuando nos encontramos a un viejo amigo que no hemos visto en un tiempo,
lo primero que sale es ¿Qué has hecho?
Esto se
traduce a ¿Qué has hecho o logrado recientemente? Dependemos del pasado para
definir nuestro valor en el mundo y nuestro sentido de identidad. Lo que hayas
hecho o no en tu pasado, no importa y no te define. Lo único que importa es lo
que eliges hacer de ahora en adelante.
3) La
necesidad de impresionar a los demás
La necesidad de impresionar a los demás viene desde nuestros egos, que son productos de millones de años de evolución. Ha creado un espíritu de competencia entre nosotros que nos mantiene esclavizados a la necesidad constante de opacar a los miembros de nuestra especie. Las especies que son más rápidas, más fuertes y más adaptables son las que pasan sus genes a la siguiente generación y se reproducen, este es el propósito que tenía nuestro ego en el pasado.
Esto ya no es
necesario en una sociedad moderna de seres humanos racionales, pero la
necesidad de competir entre nosotros se forma de una parte arcaica de nuestros
cerebros que sigue programado a través de millones de años de evolución. Esto
se traduce en la competencia de “me gustas” con otra gente en Facebook,
comparar carros, cuentas de banco o comparar quién tiene mejor cuerpo. Se
manifiesta en la necesidad de ser reconocido, el instinto de compararnos con
los demás, la necesidad de crear
impresiones en otros y así.
Ser libre de
tu ego es la llave a ser libre de sentir que tienes que opacar a la demás
gente. Vive para ti, y sé leal con lo que quieres en la vida. Mucha gente tiene
trabajos que odian para comprar cosas para que no les alcanza para impresionar
gente que ni conocen y todo esto tiene que ver con estar identificado con el
ego.
4) Miedo del futuro
El miedo al futuro nace de una proyección
que hacemos lejos del momento presente en un indeseable momento hipotético que
ni siquiera existe. Como nuestra atención está consumida en ese momento
indeseable momento hipotético, emociones comienzan a generarse en nuestro campo
de energía que corresponden con esos pensamientos.
No hay nada
que temer del futuro. El futuro solo da miedo cuando anticipamos fracaso y
dolor, y solo anticipamos fracaso y dolor si
nos falta confianza y auto-estima en el momento presente. La llave para
vencer este miedo viene en dos partes. Primero, debemos mantener nuestra mente
y atención en lo que está pasando en el momento presente. En segundo lugar,
debemos vencer cualquier sentimiento de incredulidad que tengamos en nosotros.
5) Relaciones
que no valen la pena
Las relaciones
vienen en toda clase de tamaños y formas. Relaciones románticas, amigos,
familia, compañeros de trabajo. A veces, permanecemos en relaciones en las que
sabemos no queremos estar simplemente porque no queremos herir a la otra
persona. En otras palabras, mantenemos relaciones y amistades con gente por un
sentimiento de culpa.
Si te
mantienes en una relación que no vale la pena por culpa, entonces te estás
apegando a una situación no saludable basado en miedo. Así que mucha gente
aguanta matrimonios infelices y relaciones por miedo a la soledad, olvidando que la vida es
muy corta como para hacer otra cosa que no sea seguir a tu corazón. Libérate
del miedo y date permiso de seguir a tu corazón. Ser libre significa ser libre
de expresarte, decir lo que sientes, y sentir lo que sientes, aunque
ello pueda hacer a alguien infeliz.
No eres libre
en la vida hasta que no te liberas de todo apego. Puedes seguir trabajando
duro, ser ambicioso y estar en relaciones sin estar apegado o dependiente de un
resultado para rectificar tu existencia. Así como vamos tras dinero, educación
y salud también debemos ir por libertad. ¿Estoy siguiendo a mi corazón? ¿Estoy viviendo
para mí o para mis papás? ¿Soy leal a lo que siento en cada momento?
Espero esto ayude
Karina Carlos
Karina Carlos
Comentarios
Publicar un comentario