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¿Tu mentalidad negativa te impide avanzar?

Los hábitos son muy poderosos cuando de cambios se trata. De hecho, hay estudios que demuestran que implementar comportamientos positivos que nos muevan en dirección de nuestros sueños nos ayuda a producir los resultados deseados.
Se dice fácil. En ocasiones, por más que intentemos nos cuesta cambiar nuestros comportamientos a pesar de nuestras buenas intenciones. Hay una razón para ello: nuestro enorme subconsciente. Nuestros comportamientos, son el resultado de nuestros pensamientos, el diálogo interno que ocurre sin que seamos conscientes. Cuando éste diálogo interno es de poca ayuda y erróneo, puede sabotear a nuestras mejores intenciones.
Al prestar atención a nuestra conversación personal, podemos identificar errores de juicio y cambiar nuestra mentalidad para que podamos librarnos de patrones auto-saboteadores de comportamiento.

¿Te identificas con alguna de éstas mentalidades negativas?
La mentalidad pesimista

Sabemos que el pesimismo es ver al mundo a través de gafas grises. Por consecuencia, fallamos en apreciar nuestras fortalezas y cualidades y desarrollamos baja autoestima como resultado. También vemos a los demás como altamente capaces en comparación y nos cerramos en vergüenza, lo cual lleva a depresión. Y vemos el futuro como borroso, cegándonos a las oportunidades que tienen el potencial de sacar lo mejor de nosotros.
Remedio #1  Practica la Auto-compasión
Hay estudios que demuestran que la auto-compasión es una de las mejores intervenciones que existe para el pesimismo y la baja autoestima. La auto-compasión no es auto-lástima. Se trata de reconocer que el momento presente es duro, y darnos a nosotros mismos el entendimiento que necesitamos. En este simple acto, encontramos el coraje para hacer lo correcto.
Remedio 2 #  Dedícate a tus pasiones
Los investigadores Ryan y Deci conciben a la autonomía como una de los tres caminos hacia la motivación en su teoría de la Auto-determinación. Tomando en cuenta que el pesimismo nos aleja de las cosas que alguna vez disfrutábamos, necesitamos hacer un esfuerzo consciente de regresar a las cosas sobre las que estamos apasionados. Empieza un proyecto de arte, o únete a la clase de baile que alguna vez disfrutaste. Al expresar tu autenticidad, te abres al mundo y aprendes a ver más allá de lo negativo y a concebir un futuro más esperanzador. 
La mentalidad del incapaz


La mentalidad del incapaz se caracteriza por un miedo exagerado a perder el control. Mira a las situaciones mucho más catastróficas de lo que son y subestima su propia capacidad de enfrentar consecuencias o retos. Ésta fuerza dual lleva a comportamientos de evasión, fallamos en lograr el auto-control y se perpetúa un ciclo de baja confianza en uno mismo. 
Remedio #1: Aprecia tus fortalezas
La tendencia negativa que heredamos eones atrás hace que minimicemos nuestros éxitos y nos aferremos a nuestras fallas. Como resultado, fallamos en desarrollar una biblioteca de recursos internos que nos hagan resilientes.  Al apreciar nuestras fortalezas y talentos y revivir los momentos que nos hacen orgullosos de nosotros mismos, podemos desarrollar fe en nuestras habilidades.
Remedio #2: Apóyate en los demás
Como criaturas sociales, estamos hechos para encontrar fuerza en el apoyo social. Este, calma la respuesta de amenaza y nos permite afrontar los retos al ver a otros como nuestros aliados y no como nuestros adversarios respecto a nuestros esfuerzos, podemos encontrar la fuerza para enfrentar ciertas incertidumbres.
La mentalidad del narcisista


 El narcisismo, o la creencia de superioridad de uno mismo se apalanca de  inseguridades profundas.
Tristemente, los estudios demuestran que el narcisismo está creciendo como resultado de la cultura global de creernos los mejores sin realmente trabajar duro por ello. Este sentido de ser “demasiado bueno” lleva a bajo desempeño, malas relaciones personales y episodios constantes de duda en uno mismo y depresión.

Remedio #1: Sé humilde 
Cuando abrimos nuestra perspectiva y apreciamos los esfuerzos de aquellos que forman parte de nuestro camino o de nuestro éxito, naturalmente perdemos algunas de nuestras creencias de superioridad. Desde luego, a veces es difícil, preferiríamos llevarnos todos los laureles, pero es esencial para reconocer nuestro propio sitio en el esquema grande de las cosas.
Remedio  #2: Deja ir el juicio
La creencia de la superioridad de uno también nos mantiene aislados de las oportunidades que la vida nos presenta en los lugares menos esperados. El consultor de marketing Dorie Clark dice que la suerte es un estado mental que puede ser cultivado al acercarnos a los demás sin juicios y sin esperar nada a cambio de las interacciones. Nunca sabes lo que te puedes encontrar a la vuelta de la esquina.
La mentalidad fija


La mentalidad fija subraya a nuestra inhabilidad de cambiar. Mira a los rasgos de nuestra personalidad como fijos e inalterables. Hemos escuchado a gente decir (quizá nosotros mismos) algo como “Soy un pesimista, no puedo evitarlo”. Bueno adivina qué ¡sí podemos! La psicóloga de Standford Carol Dweck dice que al desarrollar una mentalidad de crecimiento- la creencia de que nuestros rasgos pueden cambiar mediante práctica deliberada, nos prepara para el éxito.
Remedio #1: Sal de tu zona de confort
Nunca conoceremos nuestras verdaderas capacidades hasta que las probamos. Por lo tanto la importancia de tomar riesgos y de probar nuestros límites, en lugar de huir de las experiencias que nos provocan miedo. Abraham Lincoln era conocido por haber sufrido de miedo al hablar en público. Y sin embargo, sus discursos electrificaban a la gente y la atraían a su mensaje. Su secreto consistía en que era realista sobre sus expectativas. Al considerar el fracaso como una parte esencial del camino, y acercarnos a nuestros miedos en incrementos bajos que nos reten sin paralizarnos, podemos expandir nuestra zona de confort y construir nuestra competencia.
Remedio #2: Crea perspectiva
El psicólogo Martin Seligman, autor de Aprenda Optimismo, dice que para salir del estado de la renuencia, es importante no tomarnos la cosa tan personal o permanente ni generalizar. Tenemos que reconocer que hay múltiples factores en juego sobre cómo son las cosas, ver a las situaciones como transitorias y entender que fallar en un área de la vida no tiene consecuencias en la integridad total de nuestras vidas.
Ninguna mentalidad aplica para todas las situaciones todo el tiempo. Con frecuencia cambiamos de una a otra y la manifestamos en grados diferentes dependiendo de la situación. Pero al reconocer los patrones de pensamiento que nos llevan a los comportamientos auto-saboteadores, podemos cambiarlos para movernos hacia espirales de crecimiento y florecimiento.
Ahora, es tu turno: ¿tu mentalidad negativa te impide avanzar?
¿Qué estrategias podrían funcionar para ti?
Traducido y editado por Karina Carlos 

Comentarios

  1. Me encanta desarrollar una mentalidad de crecimiento, me quedo con ello . Gracias, un abrazo

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