De pequeño, ¿le temías a la oscuridad? La
mayoría de las personas sí. Y dudo que se nos haya enseñado a cuestionar este
miedo. Es como si fuera natural temerle a la oscuridad, porque la oscuridad
está llena de cosas que pueden hacernos daño.
Pero ¿qué sucedía cuando encendías la
luz? Te dabas cuenta que lo desconocido no daba tanto miedo y no era tan
desconocido. Sólo era parte del entorno.
Aprendimos a asociar oscuridad con
desconocido y que es algo que da miedo y aprendimos que es mejor no hablar con nuestros
pensamientos y emociones oscuros. Encender la luz en la oscuridad de nuestras
emociones es más difícil que encender la luz de una habitación y por eso lo evitamos.
Superficialmente es más fácil. Pero ésta oscuridad en nosotros tiene vida
propia que de alguna forma prospera queramos reconocerla o no está ahí y es muy poderosa.
Conociendo tu oscuridad
Este miedo a nuestra complejidad emocional creció con
nosotros y con el tiempo se convirtió en nuestra sombra. Es una parte oculta
que tenemos que influye en nuestras decisiones más de lo que imaginamos.
Lo cierto es que mucho de nuestro esfuerzo se va en
tratar de reprimirlo y ocultarlo a nosotros mismos y a los demás. Es nuestro
lado oscuro. Las partes que nos apenan y no queremos mostrar. Pero en
nuestra negación, no nos damos cuenta que ahí también residen nuestras
fortalezas.
Por causas del pasado hemos decidido negar y ocultar
este lado sin explorarlo. Y ello evita que podamos expresar realmente quienes
somos.
En muchas formas, ocultar nuestra sombra es alta
traición a nosotros mismos. Al ocultar esta parte de nosotros nos estamos
diciendo que no merecemos mostrarnos tal como somos por lo tanto nos
traicionamos. Y así la secrecía, manipulación y las máscaras toman control de
nuestras vidas por miedo a ser “expuestos” y rechazados por la parte de
nosotros que negamos.
Poder conocer bien nuestro ser completo nos da la
oportunidad de expresar fortaleza. Ignorar estas cualidades por el contrario
producirá un efecto dañino.
Entre más reprimimos los rincones oscuros de nuestro
ser, más desorden presentamos en nuestra personalidad. Esto se puede manifestar
en adicción, ansiedad, relaciones o empleos saboteados intencionalmente u otros
comportamientos que son destructivos hacia nosotros o los demás.
Para darnos cuenta de nuestra sombra hay que encender
la luz en donde están nuestras heridas más recientes y darnos la oportunidad de
sanar y de transformación. Pero si seguimos cerrando nuestros ojos las heridas continuarán
pudriéndose emitiendo veneno en nuestras vidas.
Para profundizar en el desarrollo personal, debemos pasar por
la sombra
Cualquier trabajo personal que hagas debe implicar
el entendimiento de tu sombra. El sólo enfocarnos en la "luz" en nosotros nos aleja de cosas que ahí adentro como la culpa, los celos, la avaricia, la lujuria y la agresión. Pero
son éstas las emociones que deben trabajarse antes de que podamos acercarnos a
nuestros lados de fuerza.
Hay
actividades maravillosas y profundas como la meditación que se vuelven difíciles si
ignoramos a nuestro ser de sombra. Por eso se nos aparece cuando cerramos los
ojos y nos quedamos solos con nuestros pensamientos.
En el
fondo sabemos que tenemos éstas cualidades y sentimientos que residen dentro de
nosotros y el empeñarnos en ocultarlos nos lleva a una vida de inautenticidad y muchas veces a un comportamiento auto-destructivo.
Si nuestra
sombra no es reconocida y aceptada, entonces la profundidad de nuestro
crecimiento personal se va a ver muy limitada.
¡Qué miedo!
Pues si, sí da miedo... Pueden surgir emociones que teníamos sepultadas y eso siempre es escalofriante pero hay que armarse de valor y enfrentar a los demonios de una vez por todas.
Sigue éstos guía para conocer y dominar a tu sombra y por ende a tu lado oscuro:
1. Obsérvala: En tu día a día presta atención a cómo te comportas y lo que haces. Identifica los patrones negativos. Escribe en un diario tus hallazgos.
2. Compréndela: Aparta tiempo para entender qué la motiva y por qué.
3. Haz las paces con ella para que puedas extraer de ahí a tu poder. Existe por una razón y esa es su función positiva. Cuando logramos integrar a ésta parte de nosotros somos capaces de conectar con nuestro poder interior y una vez que logramos eso no hay quién nos detenga.
Una Musa
¡Qué miedo!
Pues si, sí da miedo... Pueden surgir emociones que teníamos sepultadas y eso siempre es escalofriante pero hay que armarse de valor y enfrentar a los demonios de una vez por todas.
Sigue éstos guía para conocer y dominar a tu sombra y por ende a tu lado oscuro:
1. Obsérvala: En tu día a día presta atención a cómo te comportas y lo que haces. Identifica los patrones negativos. Escribe en un diario tus hallazgos.
2. Compréndela: Aparta tiempo para entender qué la motiva y por qué.
3. Haz las paces con ella para que puedas extraer de ahí a tu poder. Existe por una razón y esa es su función positiva. Cuando logramos integrar a ésta parte de nosotros somos capaces de conectar con nuestro poder interior y una vez que logramos eso no hay quién nos detenga.
Una Musa
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