El despertar, tan buscado por los espirituales es curiosamente un estado
que implica no desear nada, la no
necesidad de esfuerzo y es paradójico por que no se logra queriendo pero es
mucho más alcanzable de lo que se piensa.
Para poder alcanzar ese estado es necesario definirlo primeramente. El
concepto de iluminación es muy tocado y en ocasiones controversial. Estar
despierto implica la esencia de la trascendencia espiritual. Significa vivir
una vida en la que el análisis de la mente trasciende constantemente evadiendo
cualquier tipo de interferencia. Una existencia despierta significa ser uno con
la experiencia desprovisto de toda dualidad donde el Yo es una ilusión y la
vida se experimenta completamente independiente de ello.
Se le han dado muchos nombres a este estado como Nirvana, Unión de
Consciencia, Samadhi, Despertar e Iluminación. Sin importar el nombre que le
demos se trata de un estado de libertad de la mente de la tiranía que impone la
ilusión del yo.
¿Recuerdas cuando eras niño? Eras valiente, dispuesto a decir sí a la
aventura de la vida. Era sencillo dejar ir cualquier dificultad, eras capaz de
pasar con facilidad de una experiencia a otra porque nunca te identificabas con
ninguna de ellas. Con frecuencia vemos a dos niños pelear como si fueran los
peores enemigos en la tierra y un minuto después juegan como si fueran grandes
amigos. Esto demuestra la habilidad de un niño de cambiar de una situación a
otra sin una respuesta emocional. Cada momento se vive por separado como un
todo. Este es una maravillosa muestra de ese estado de despertar.
Todos
nacemos despiertos; conforme
pasan los años acumulamos conceptos propios y lentamente nos movemos de esa
inocencia primaria, de esa sensación profunda de que la vida podría ser
cualquier cosa y todo a la vez. Y comenzamos teniendo experiencias que van
condicionando nuestras vidas, antes acogíamos bien cualquier cosa que nos ocurría
y poco a poco las limitaciones de nuestras propias mentes y personales van encogiendo
nuestras vidas. A algunos esto nos ocurre antes que a otros pero el ritmo de
acumulación y condicionamiento es individual. Nadie puede escapar de este
proceso de aprendizaje e inevitablemente pasamos de estar despiertos a un
estado de ilusión.
Digo que este es un proceso del cual no se puede escapar ya que es
verdaderamente imposible evitar este condicionamiento a una edad temprana. En
muchas formas, el viaje espiritual se basa en ese aprendizaje y ese
condicionamiento- porque llega un punto en el camino en el que comienzas el
desaprendizaje. Puede que esto pase en diferentes etapas de la vida, diferentes
edades y por razones distintas, pero la constante es esa sensación de que “no
estoy disfrutando de los regalos de la vida en su totalidad” esa inquietante
sensación que te dice que has perdido lo que una vez tuviste de niño. Y has
despertado en darte cuenta que tu vida está incompleta. Algo dentro de ti te
está invitando a que recuperes tu conciencia y regreses a casa, y que te
desprendas de la ilusión y pretensión y
recuperes tu estado original. Aquí es cuando el viaje del desaprendizaje
inicia, el viaje en el que te quitas las capas en las que estás envuelto como
una cebolla para revelar al final a tu auténtico ser, el estado del despertar
de conciencia.
La espiritualidad, meditación y auto-conocimiento te ayudarán a iniciar
tu proceso de desaprendizaje, lo reconozcas o no. Y ese es el camino a la
libertad al despertar de conciencia.
¿Qué
se siente estar despierto?
En ciertos momentos experimentas la trascendencia, y tienes un vistazo
de la vida como es. Estos momentos ocurren cuando por alguna razón hay una
pausa en la actividad de tu mente. Cuando esta actividad se detiene por un
momento experimentas algo completamente diferente. Esto puede ocurrir bajo
varias circunstancias: meditación profunda, una fuerte conmoción, un orgasmo,
la influencia de alguna droga o un fenómeno natural hermoso. Todos estos
momentos tienen algo en común y es que traen a la actividad de tu mente a un
alto es decir presionan el botón de “pausa” por un momento.
¿Qué sientes cuando esto pasa? Imagina que debajo de esa mente que nunca
deja de comentar, debajo de las capas del yo formado por el ego, corre una
corriente submarina. Esta corriente está llena de sentimientos como amor
incondicional, paz, compasión y alegría. Y esta corriente te está llamando con
cada respiro que das. Está vibrando dentro de ti porque es quien realmente eres
tú. Es un llamado interno de regresar a casa al lugar donde empezaste y donde
terminarás.
Tu Ser formado de tu propio ego y sus conceptos forman una capa gruesa
que hace difícil que puedas sentir esa corriente bajo circunstancias normales.
Para romper esa capa gruesa de la mente y sumergirte en éstas aguas necesitas
esos momentos raros. ¿Alguna vez te has sentido lleno de amor o de júbilo o paz
que eran tan inmensos que casi no los puedes contener? Ese fue un momento de
conexión con esa fuente, con la corriente con tu Auténtico Yo, un momento de
iluminación. Y lo hermoso de ello es que quizá ocurra repentina e
inesperadamente. Puede que estés parado en la cima de una montaña mirando el
horizonte o de pie en la playa mirando las olas y de repente algo hace clic;
dejas de pensar y entras en contacto con tu Ser Auténtico. Te conviertes en uno
con esta extraordinaria y profunda aceptación y júbilo sabiendo por dentro que
todo está bien que siempre ha estado bien y que siempre estará bien.
Un par de palpitadas del corazón después, el ruido mental que cedió por
un momento recupera el control de tu conciencia y se lleva ese estado de
conexión y de regreso a la corriente.
La
iluminación no es permanente
Uno de los mitos en torno a la iluminación es que es una experiencia
durable que nunca cambia. En realidad nuestra conciencia fluctúa; es tan
temporal como todo lo demás. Toma en cuenta que la experiencia del despertar
como forma de ser no cambia; siempre está ahí esperando a que despiertes.
Conforme practicas meditación y sigues creciendo tu conciencia se va a extender
y se hará más consistente, aun así va a seguir fluctuando. Esto significa que
tu conexión con el espacio iluminado, el Ser Auténtico también estará sujeto a
cambio.
Durante mis años viajando y de prácticas
espirituales he conocido a muchos individuos quienes han experimentado la
iluminación en varios niveles. Y aun así nunca he conocido a alguien que haya
tenido un estado de iluminación constante sin-fin, donde el análisis de la
mente no interfiera en algún ´punto. Somos humanos; no es coincidencia que
hayamos nacido con los retos de poseer un cuerpo y una mente. Si solo
hubiéramos sido creados para ser espíritus puros o entidades de energía
seguramente se nos hubiera creado cuerpos diferentes y no sujetos de cambios
por nuestras mentes y cuerpos.
Todos tenemos una lucha interna: enojo, frustración, celos, dolor en
ocasiones incluso la alegría nos traen incomodidad. La espiritualidad no
resuelve esas dificultades. Con frecuencia un viaje espiritual te va a llevar
en las profundidades de esas sensaciones de incomodidad. Este es el verdadero
significado de ser humano. En tu camino hacia la iluminación tendrás que ser
parte de esas experiencias. Estos retos que algunos ven como limitaciones son
la razón por la que estamos aquí.
Nuestras vidas giran en torno a aprender a vivir, aceptar y
relacionarnos con todo lo que somos incluso con lo que percibimos como nuestras
limitaciones personales. No estamos aquí para ser perfectos (lo que sea que eso
significa para ti); estamos aquí para lidiar con lo que entendemos como
nuestros defectos y brevemente tocar la corriente conforme nos vamos
transformando. Esta transformación no puede ser etiquetada porque al hacerlo
caemos en la trampa del ego y sus conceptos. Si haces del despertar tu estándar
de comparación con tu realidad, la frustración será tu constante compañero.
Con frecuencia veo a quienes buscan la espiritualidad frustrados porque
no logran la iluminación después de muchos años de trabajo duro. No son capaces
de darse cuenta lo atrapados que están en sus propias necesidades y conceptos.
Imagina al espacio del despertar como un señalamiento en la calle de que has
entrado en contacto con tu Auténtico Ser y se te ha bendecido con un vistazo de
lo que ello es. No importa si te reconectas al poco tiempo o en otra vida. Todo
lo que puedes hacer es continuar tu trabajo espiritual aquí y ahora. Y entre
más libre sea tu trabajo de expectativas de iluminación más fácil te será
transformarte y cambiar.
Traducido por
Karina Carlos
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