De pequeño, ¿le temías a la oscuridad? La mayoría de las personas sí. Y dudo que se nos haya enseñado a cuestionar este miedo. Es como si fuera natural temerle a la oscuridad, porque la oscuridad está llena de cosas que pueden hacernos daño. Pero ¿qué sucedía cuando encendías la luz? Te dabas cuenta que lo desconocido no daba tanto miedo y no era tan desconocido. Sólo era parte del entorno. Aprendimos a asociar oscuridad con desconocido y que es algo que da miedo y aprendimos que es mejor no hablar con nuestros pensamientos y emociones oscuros. Encender la luz en la oscuridad de nuestras emociones es más difícil que encender la luz de una habitación y por eso lo evitamos. Superficialmente es más fácil. Pero ésta oscuridad en nosotros tiene vida propia que de alguna forma prospera queramos reconocerla o no está ahí y es muy poderosa. Conociendo tu oscuridad Este miedo a nuestra complejidad emocional creció con nosotros y con el tiempo se convirtió en n
Fuente de inspiración para el despertar de la consciencia y la elevación del Ser.