MUSA DE LA CONSCIENCIA

Verás querido, al final del día tienes que ser tu propio héroe porque todos los demás están ocupados tratando de salvarse a sí mismos. He hecho alarde de mi sombra en las entradas anteriores aquí y aquí y hasta me he tomado el atrevimiento de incitar a mis lectores a sacar a sus demonios del clóset y ponerles nombre. Pero mis ideas excéntricas no terminan ahí pues no es el único personaje al que conviene darle vida. Un mundo dual necesita de la presencia del bien y de valientes que tengan el coraje para tomar a sus sombras de los cabellos porque atenidos a ser “salvados” por un Dios humano ya hay muchos. Hagamos un buen uso de nuestra imaginación para darle vida a nuestro héroe. Así es como le di vida a Estela, el nombre con el que designo a mi lado de luz. Estela es un equilibrio entre mi energía femenina y masculina que hace alusión a mi nombre, una mujer y un hombre: Karina Carlos. Mi personalidad también presenta en mi opinión un equilibrio de éstas energías.

Este es un blog dirigido la comunidad de habla hispana, en donde existe una gran influencia de la religión cristiana/católica. Debido a la colonización y evangelización española en estos territorios. Aun cuando no practiquemos ésta religión, es difícil decir que no tenemos influencia de ella en nuestras creencias.  A todos por ejemplo nos es familiar la figura del diablo como el amo y embajador del mal y de la fuerza negativa del universo. A ese que nos pintan como una bestia horrorosa con dos cuernos y cola en punta que vive para tentar y corromper almas que conducirá al sufrimiento eterno.  El tentador que aguarda en el infierno el momento para reclamar las almas de quienes le dieron gusto al gusto. Y nos enseñan a temer sin importar que es así como le dan fuerza. Lo cierto es que ésta energía negativa del universo no tiene forma de una bestia roja malvada con aroma a amonio y patas de cabra, en realidad el diablo tiene una cara mucho más familiar y el infierno e

                                                                              Reagan Las gafas de la vida son ideales para poder distinguir a las dos fuerzas que rigen la materia: Energía negativa y energía positiva. Cada átomo de la creación se constituye de ambas energías y es universalmente conocido que una no puede existir sin la otra. Pero nuestras gafas nos fallan cuando de reconocer a éstas fuerzas en nosotros mismos se trata. ¿Qué tan honestos somos con nosotros mismos como para reconocer a nuestras sombras y debilidades? Existe la creencia de que volverse espiritual o en la exploración del ser las personas se convierten en una especie de santos incapaces de tener emociones negativas y esto está muy alejado de la verdad. También experimentamos enojo, frustración, tristeza, decepción, miedo en ocasiones con una mayor intensidad que el resto de las personas y estas emociones traen matices grises u oscuros a nuestras vidas. Pero es también aquí donde

“No subestime el poder estético de las gafas de sol. Vale la pena gastar un poco de dinero en un par de la calidad. Normalmente voy por Dior o Louis Vuitton. ” Dita Von Teese Desde niña he sufrido de problemas de visión, los exámenes de la vista, los oftalmólogos, la sensibilidad a la luz, todo esto me es muy familiar. Y dentro de este mundo de la visión ocular he encontrado muchas analogías con la vida. En una entrada anterior escribo que todos tenemos unas gafas con las que vemos la vida , cuyos lentes están hechos de nuestros sistemas de creencias. Influye nuestras creencias religiosas, nuestra educación, la influencia de nuestros círculos familiares y sociales, la televisión, los medios y hasta el final la experiencia. Cuento también que creo que todos venimos a este planeta con dos pares de gafas. Unas son las que usamos día a día con la que vemos la realidad y las otras son aquellas que usábamos de niños con los que veíamos al mundo tan diferente. Ésta

La existencia es una enorme diversidad de posibilidades, por lo que difícilmente se puede hablar de verdades absolutas. No hay nada que contradiga por ejemplo la idea de que existe un número infinito de universos como el nuestro tal y como lo muestra este vídeo: En ésta era de la información que vivimos vamos a encontrarnos con un enorme océano de teorías que tratan de explicar los misterios de nuestra existencia basándose en la ciencia pero también encontramos millones de contenidos con los que las múltiples religiones, sectas y filosofías pretenden revelar su verdad basándose en las enseñanzas de algún líder espiritual, de doctrinas o de un conjunto de sistemas de creencias. Cómo ser humano, me toca de manera muy individual decidir cuál es la verdad que elijo abrazar pero más importante es siempre cuestionar, investigar y asegurarme siempre de que mi  propio sistema de creencias  realmente es lo que adentro en el pecho resuena con mi verdad y que los principios q

Todos tenemos un par de lentes a través de los cuales vemos la vida. Éstos están hechos de nuestros sistemas de creencias que pedimos prestados ya sea de la religión, las creencias que desarrollamos durante nuestra crianza y de la educación que recibimos de nuestros padres, nuestra educación académica, el sistema de creencias de nuestras amistades, la televisión y por último nuestra experiencia. Nota cómo dejé la experiencia fuera de la lista.  Desde que tengo memoria siempre he cuestionado este modelo, al menos el orden y se remonta a mi niñez cuando tenía cinco años de edad.  Un día mi hermana dos años menor que yo me metió en problemas con mis papás, éramos pequeñas cómplices de travesuras siendo generalmente yo la autora intelectual de los hechos pero en ésta ocasión ella era la responsable y a mí se me estaba inculpando.  Cuando comenzaron los regaños de mi madre corrí al baño y recuerdo que veía al espejo muy alto sobre el lavamanos y en ese momento sentí la nec