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¿Incompetente yo? (evaluación incluida)



Todos y cada uno de nosotros, sin excepción, nos sentimos incapaces en muchas áreas de nuestras vidas, atorados en ciertas etapas, y en diferentes situaciones de ella.

— “Siento miedo porque esto es nuevo para mí, yo no soy coach no tengo una certificación que me respalde.”
Son las palabras de Bárbara, clienta a la que admiro, respeto y considero además una gran amiga. Bárbara ha llevado una batalla interna brutal durante muchos años en los que fue gobernada por sus miedos e inseguridades. La conocí en una situación que ya me era familiar: sin un gramo de confianza en ella misma, desesperada por tener aceptación de las demás personas cosa que no conseguía.

Le mostré el camino de la Autoconquista el cuál rápidamente adoptó, lo hizo de forma muy intuitiva y no me sorprendió cuando me anunció que ella seguiría el camino por su propia cuenta. Ya tenía las herramientas.

— “ya no tengo tantas crisis”, — “Sé que he tenido avances”
Me comenta recién, dos años después ahora que tiene la motivación de compartir sus notables avances con el mundo y que por eso la he invitado a mi tribu de expertos.
Y me recordó tanto a mí misma, cuando hace dos años yo también me planteaba las mismas dudas en mí misma de si era posible que yo fuese capaz de compartir con éxito mi conocimiento y experiencia a pesar de no contar con una certificación formal como coach.

Me entrevisté en aquellos tiempos con una coach de coaches, con la guapa panameña Sherina Mayani quien me dio una sesión espectacular de la que salí queriendo comerme al mundo entero.

Y es que ¡cuánta diferencia! Pasar de ser alguien que se siente incapaz a alguien que está listo para conquistar al mundo!

De esa sesión salí y lo primero que hice fue comenzar este blog. Y bueno sí, también ya estaba en trámite para hacer mi certificación formal lo cual terminaría de darme la confianza en mí misma



Todos sin excepción nos sentimos incapaces en muchas áreas de nuestras vidas, atorrados en diferentes etapas y en diferentes situaciones en nuestras que nos cuesta pasar. Y así es como Bárbara me da motivos para hablar sobre uno de los deseos más importantes del ser humano: el deseo de ser más competentes.

Escucho la historia de Bárbara todo el tiempo por mi profesión, pero también porque es parte de la historia del hombre. En algún punto, todos sentimos lo que ella sintió porque todos sentimos el deseo de ser más competentes como esa gasolina interna. Cuando nos sentimos capaces y competentes, el mundo es nuestro. Nos aventuramos valientemente hacia lo desconocido, nos adaptamos y aprendemos rápidamente, conquistamos a nuestros miedos y nos enfrentamos con nuestros retos y así tenemos experiencias más intensas de confianza, éxito y maestría. En el coaching, nos referimos a esto como el círculo de la confianza y la competencia.

A medida que tengas más competencia, más confianza sientes de hacer cosas nuevas y de tomar más retos y retos más grandes. En la medida en la que hagas eso con más frecuencia, más maestría lograrás en desarrollarte y sentirte más competente.

Pero en el instante en el que la escala de nuestra competencia tiene un pico y pasas de ser alguien reafirmado en sus convicciones a alguien que duda de sí mismo es el momento en el que comienzas a sentirte derrotado.

Y comenzamos a cuestionar a nuestra habilidad, inteligencia, nuestras fortalezas- a ¡nuestro futuro entero! Cuando sentimos que somos inadecuados, hay sentimientos muy incómodos como los de ansiedad, enojo, decepción, desesperación y miedo al fracaso se convierte en la norma.

El efecto neto de sentirse incompetentes es desastroso: dejamos de intentar aprender, crecer y contribuir. Comenzamos a compararnos compulsivamente con los demás y sentimos que no damos el ancho. Nuestra motivación se puede perder completamente todo porque el progreso parece tarea imposible.

Sé que reconoces estos sentimientos. Todos los hemos experimentado en algún punto. 


También sé que si nos sentáramos por unos momentos y tuviéramos una charla de corazón a corazón sobre tu nivel de motivación en estos momentos en tu vida, sé que pronto nos daríamos cuenta de que hay demasiadas áreas en tu vida en las que existe ansiedad o apatía- dos síntomas de un mal uso o desperdicio de tu deseo de ser más competente.

Vamos a definir competencia para que esto se entienda mejor:  la podemos entender como nuestra habilidad de entender, desempeñarnos exitosamente y volvernos maestros de nuestros mundos. Entender. Desempeñarse. Ser maestros. Si tengo confianza de que puedo hacer esas tres cosas cuando me enfrento a los retos y oportunidades de la vida, entonces tiendo a sentirme competente. Siento como que puedo usar mi conocimiento y habilidades para manejar y tener éxito en las tareas que tengo frente a mí.

No me importa cuál sea tu ocupación, estamos en un ritmo de vida en el que somos una fuerza de trabajo socialmente conectada de la que se espera seamos más productivos, más creativos y sí también más felices que antes. Es la receta perfecta para una gran tragicomedia: el cambio viene a velocidad que te rompe y se supone que no te debes ni sentirte inseguro ni sentirte distraído.

Pero esto no es cosa de risa. Tener una falta de competencia en el trabajo- o en cualquier área de tu vida- puede hacerle mucho daño a tu futuro. Déjame compartirte lo que dice la psicología de la educación y los coaches sobre ser competentes.



1.       Tu nivel de competencia define: a qué le vas a prestar tu atención. Cuando no sientes que eres competente, tiendes a no prestarle atención a los problemas, los conflictos o a retos más grandes y oportunidades. Porque no sientes que las puedes manejar. De esta forma, una falta de competencia te lleva a más retraso y a más procrastinación.

2.       Tu nivel de competencia define tu elección de tareas y actividades. Cuando te sientes competente y capaz de entender, desempeñarte en y ser maestro de tu mundo, estás dispuesto a tomar más tareas. Esto por supuesto suele llevar a más aprendizaje y éxito en el trabajo. Si te sientes incapaz, te enfocarás en las tareas fáciles y pronto te volverás esclavo de la seguridad.

3.       Tu nivel de competencia define tu nivel de esfuerzo. La gente que trabaja duro cree que puede lograr resultados positivos por su esfuerzo así que se esfuerzan más. Y los estudios lo respaldan que si eres competente trabajarás más duro (y sí también de forma más inteligente.)

4.       Tu nivel de competencia define qué tan adaptable y resiliente eres. Este tiene implicaciones sobre qué tan exitoso te sientas en la vida y en el trabajo. Porque los que confían en sus habilidades de entender, de desempeñarse y de ser maestros de sus mundos están más dispuestos a ajustar su curso si algo no sale bien. Se levantan más rápido después de ser noqueados porque toman las cosas como una lección más que como una derrota

5.       Tu nivel de competencia define si serás líder o seguidor ¿Se te ocurre otra habilidad que sea más necesario el día de hoy que el liderazgo? ¿Pero quiénes son los que toman los reinos en sus vidas y en el trabajo? Son los que creen en ellos mismos y en sus habilidades.  Se sienten competentes para manejar los retos aun cuando eso signifique tener que estirarse porque confían en su habilidad de averiguárselas con los demás mientras persiguen una nueva y más grande visión. (Tristemente, las personas que no confían en sus habilidades de entender, desempeñarse y de ser maestros de sus mundos, rara vez ven una gran visión para ellos mismos y qué decir si quiera de ir de forma activa consistente y con coraje detrás de algo así.

Nuestro mundo que cambia tan rápido necesita que nos empujemos a seguir aprendiendo y añadiendo valor. Además, los eternos aprendices, la gente que siempre está buscando expandir sus experiencias con tal de aprender más sobre el mundo y crecer en sus propias habilidades serán los herederos del mundo. Con tanto en juego ¿cómo podemos activar nuestro deseo de ser más competentes? Aquí tienes a los tres activadores más poderosos:

#1: Mide y dirige tu deseo de aprender

El deseo de aprender y de ser maestros de nuestras vidas es crítico para nuestra confianza y felicidad. Si abordamos al aprendizaje con alegría y con entusiasmo, tendemos a sentirnos con más confianza y capaces en la vida.
Esto es lo que he aprendido. Si vamos a amplificar tu habilidad de obtener más competencia en cualquier área, tenemos que evaluar por qué quieres aprender y qué te podría prevenir de lograrlo. También tenemos que ayudarte a elegir retos de aprendizaje que realmente te enciendan y formen tu futuro.

Con esto en mente, deberías de saber que existen indicadores clave que revelan si tendrás o no éxito en (o si intentarás o no) cualquier reto de aprendizaje. Si estuvieras bien consciente de estos indicadores, entonces podrías moldear mejor la forma en la que abordas el aprendizaje y por lo tanto crecer en la vida.


2# Ponte un reto real y contrata un coach:
Nada como un buen reto para incentivarnos a aprener algo nuevo. Reta a un amigo o a tu pareja a apreender algo juntos y hagan de la experiencia algo ¡para compartir!.

Si lo que quieres es acelerar tu aprendizaje, con un coach dirigir tu enfoque y planear una estrategia que te de mejores resultados. 

3# Integra el éxito en tu identidad
Lleva la cuenta de los pequeños y grandes pasos que tomas en tu camino hacia ser mejor. Reconócete por el esfuerzo que pones y celebra la felicidad que viene con una vida de más competencia y capacidad. 

Karina Carlos




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