La gratitud un atajo a la felicidad

De niños se nos educa sobre la importancia de la gratitud y se nos alienta a expresar esa gratitud ya sea dando gracias, con pequeños actos de cortesía o dando crédito. En algunas instancias, expresar gratitud viene fácil en especial cuando somos receptores de buena fortuna o un acto generoso. ¿Pero y qué hay de cuando no es detonada tan directamente?

Hay quienes se despiertan dando gracias a Dios por un día más, y otros que no se acuestan sin hacerlo ¿será que hay que agradecer cada experiencia en la vida aun cuando no sea buena pero que aprendamos de ella?

Confieso que la gratitud es una práctica que me cuesta trabajo, enfrenté muchas adversidades a lo largo de mi vida y una parte que sobrevive de mí aún se resiste a dar crédito a cualquier fuente externa, sea el Universo o Inteligencia Infinita.

Sin embargo cada vez encuentro más evidencia sobre su importancia y en ésta ocasión quise escribir al respecto porque realmente tengo mucho que agradecer.

En los últimos días mi salud se vio afectada, además de que no fui localizable durante dos días lo que preocupó a mucha gente que estimo. Conforme me he ido reintegrando a mi vida normal he encontrado muchos vestigios de mucha gente querida que estuvo al pendiente y movilizándose procurando mi bienestar. Desde miembros de mi familia, amigos, compañeros de trabajo me han demostrado que no estoy sola y que en momentos críticos cuento con el apoyo de todos ellos.

Mi intención es llevar a ésta práctica a la rutina, no esperar a que mi gratitud sea motivada por las intenciones colectivas de personas que me conocen.

He leído que la meditación es una forma de practicarlo y escribir en un diario es otra excelente forma.

Me encontré con una Guía Práctica a la Gratitud (para que veas y pienses diferente)

Cuando te sientes atorado, es difícil ver las fuerzas positivas porque los obstáculos resuenan y los miedos son inminentes. Esta es una buena oportunidad para mostrar gratitud. No agradecidos por la situación que nos tiene atorados sino apreciar lo que no nos tiene así. La gratitud nos permite ver una situación en una forma que disminuye el pánico y abre nuestro pensamiento a nuevas soluciones.

La cosa es que la gente no está programada para ser agradecida. Y como cualquier habilidad que puede ser aprendida, se necesita de práctica. Hay tres etapas de acuerdo con el Dr. Robert Emmons, autor de “Thanks, How Practicing Gratitude Can Make You Happier”

1.    Reconocer por qué estamos agradecidos

2.    Agradecerlo

3.    Apreciarlo

Y los beneficios de practicar la gratitud pueden cambiar tu vida

·         Pone situaciones en perspectiva. Cuando podemos ver lo bueno como lo malo se vuelve más difícil quejarse y mantenerse atorado

·         Nos ayuda a darnos cuenta de lo que tenemos. Esto puede disminuir nuestra necesidad de siempre querer más

Fortalece relaciones, mejora la salud, reduce estrés y en general nos hace más felices

Este experimento da luz sobre el impacto directo de llevar a cabo la práctica:

Haz tu lista, y pon a prueba lo leído.

*InLakesh*

Karina Carl☯s