Nosotros
los adultos nacimos en un mundo saturado de un viejo paradigma religioso. En su
momento fueron enseñanzas hermosas pero ahora la humanidad necesita algo más
nuevo. ¿Por qué? Porque estamos evolucionando.
El “Gran Despertar” del que todo el mundo está hablando es un nuevo nivel de
Verdad que la humanidad está comenzando a sentir y a saber. Este es nuestro
viaje de la cabeza al corazón. Es el
viaje desde la consciencia de “yo” a la consciencia de “nosotros”.
Me
voy a referir a todo lo que existe como “Dios” en este artículo. Por favor,
siéntete libre de reemplazar este nombre con cualquier término con el que te
sientas cómodo.
Fui
criada cristiana, con domingos en la iglesia, escuelas religiosas y todo eso.
Éstas enseñanzas eran muy tradicionales y hasta conservadoras. Aprendí mucho y
recibí unas bases sólidas de entendimiento espiritual. Aprendí que Dios es
amor. Aprendí a tratar a mi vecino como a mí me gustaría ser tratado. Aprendí a dar, a ayudar y a servir. Aprendí a
rezar. Fue
una educación hermosa y gracias a ella soy quien soy.
Conforme
fui creciendo, comencé a darme cuenta de que mi entendimiento sobre Dios no me
reconfortaba tanto como me lo había prometido mi religión. Mi visión de Dios
como el que castiga y premia me causaba dolor y estaba bloqueando mi
crecimiento.
La
idea del infierno me daba miedo y mis plegarias no traían resultados.
Mis
creencias tradicionales a veces me hacían sentirme mal sobre mí misma, mal
sobre el mundo y hasta mal sobre Dios mismo. Me sentía incómoda. Sentía
culpa. Me
veía a mí misma como un fracaso. Estaba enojada con Dios y me sentía atrapada
en mi cuerpo y prisionera de este lugar llamado Tierra.
Al llegar a este punto
tenía dos opciones en mi modo de ver las cosas
O me iba a hacer mala, y no merecedora de nada (de
nuevo) o iba a expandir mi noción de Dios por lo que empecé a buscar en mi
corazón en busca de respuestas nuevas.
Tuve un gran despertar. Mi corazón se abrió explosivamente
y comencé a ver al mundo, a Dios, a otras personas y a mí misma desde un lente de
vasta aceptación y amor. Conforme nos vamos abriendo a la Verdad notamos que
llegamos a varias estaciones de consciencia en el camino.
El “Gran Despertar” está abriendo el corazón de la
humanidad al mayor grado. Y desde ese estado tan abierto, nuevos e inspiradores
entendimientos están cambiando la concepción de Dios, la realidad, el universo
y seres conscientes en todos lados. Estas ideas expansivas son el filo de la
consciencia de los tiempos modernos.
Cuando el
corazón despierta SABE cosas nuevas. Éste conocimiento es un resultado natural
del florecimiento del chacra del corazón. Las siguientes son las Once Verdades
que surgen a partir de un corazón despierto.
1) Dios (Todo lo que existe)
es nuestro creador. Dios y su creación es uno.
2) Dios creó a la
humanidad, después nosotros creamos el mundo que experimentamos y todo el drama
en él
3) Todo lo que vemos en
el mundo es un sueño. En realidad seguimos con Dios en el cielo a salvo- y
estamos soñando todo esto.
4) Todo lo que
experimentamos en la vida es un espejo de nuestras creencias internas. Dios no
se involucra en este proceso. Solo lo deja ser mientras nosotros lo soñamos.
Ese es el significado de “libre albedrío”
5) Dios no castiga o
recompensa. Nosotros nos lo hacemos al etiquetarnos como “buenos” o “malos”.
Dios nos ama y nos acepta en lo que sea que decidamos ser, pensar o sentir.
6) El infierno no es un
lugar- Es un estado mental. Es el estado mental en el que entramos cuando
viramos en sentido contrario a la Verdad. Se siente mal porque pensamos
(equivocadamente) que estamos separados de Dios.
7) No es trabajo de Dios
que lo sintamos o lo conozcamos. Dios siempre está presente. Dios siempre se
nos está revelando. Es nuestro trabajo abrirnos
a su presencia.
8) Rezar es importante
pero no funciona en la forma en la que nos enseñaron. Dios no concede favores.
Cuando rezamos pidiendo ayuda, nos abrimos para sentir su presencia. Cosas
cambian en nuestras vidas cuando nos abrimos a su amor.
9) Dios siempre está con
nosotros. No nos abandona. Nosotros somos los que abandonamos a Dios.
10) Tal como lo enseñan
las religiones, existen planos superiores a este. Y como en la película El Origen-son un sueño dentro de un sueño,
dentro de un sueño.
11) Para llegar al siguiente mundo después de la
muerte solo se necesita una cosa: el perdón. No es necesario que seamos
perfectos ni tenemos que hacer hazañas de santidad. No es necesario castigarnos
por los errores cometidos. Solo debemos perdonar. Sabrás que lo has logrado
cuando sientas aceptación por todas las cosas lo cual trae una sensación de
paz. El perdón nos permite estar en paz.
Por lo tanto, la
humanidad está en la cúspide de aprender dos cosas:
1) Que somos responsables
de nuestra propia experiencia
2) Que la única verdadera
elección que tenemos es amar y perdonar o no hacerlo.
Yo tengo el poder de elegir.
Puedo elegir amarme y perdonarme.
El “Gran Despertar” es el proceso de empoderar la
capacidad del Corazón Humano a su máxima capacidad. Por primera vez la
humanidad está lista para involucrar al centro del corazón para amarnos
completamente, perdonarnos completamente, aceptar a otros completamente y por
fin dejar de lado los arrepentimientos, la culpa y el infierno en el que hemos
vivido por miles de años.
Paige Bartholomew
Traducido por Karina Carlos
Paige Bartholomew es una
Psicoterapeuta con licencia, Maestra de Sufi Master y apasionada de la sanación
de todas las almas. Ésta es su cuenta de Facebook
Gracias Por el artículo y la traducción!
ResponderBorrarAsí es. Es un poco costoso pasar ese concepto que puede llegar a ser fácilmente -o no- aceptado por nuestra mente intelectual, pero recién la percepción del mundo y nuestras vivencias cambian profundamente, cuando la aceptación de este concepto se convierte en realidad vivencial. En todas las enseñanzas, los límites a trascender son que dejen de ser un concepto para ser una experiencia de nuestro ser.
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