En nuestra vida diaria comúnmente vivimos situaciones estresantes. No hay forma de evitarlas. El estrés que uno experimenta no es más que la respuesta del cuerpo a su entorno y de la mente a sus miedos internos. Estos miedos internos pueden ser el resultado de cualquier cosa, desde un examen, nuestra vida familiar, un trabajo o responsabilidad o el encuentro con una persona o situación que nos disgusta, etcétera.
¿Sabes qué pasa exactamente en
el cuerpo cuando estás estresado?
Imagina que has sido víctima de un
accidente. ¿Qué sucede después? La glándula adrenal, la cual está localizada
arriba de los riñones, responde al accidente liberando la hormona de emergencia
conocida como adrenalina en el flujo sanguíneo. Esta hormona ayuda a combatir
el estrés de la vida diaria al cambiar la fisiología del cuerpo. La adrenalina
disminuye el flujo de sangre en los intestinos y la dispara a los músculos del
cuerpo para combatir la situación a la que se enfrenta el cuerpo. Esto le da más
energía a tus músculos para enfrentar el accidente. La adrenalina producida en
ese momento apaga el funcionamiento del sistema inmune y de los intestinos
disminuyendo su flujo de sangre. A esto se le conoce como la respuesta del
instinto de huida o lucha. Ésta respuesta natural es uno de los grandes regalos
que el cuerpo humano tiene para combatir amenazas externas que con normalidad encontramos
en nuestra vida diaria.
Ésta respuesta nos da más poder y energía
para sobrevivir cualquier amenaza externa (como accidentes, o ser perseguido
por animales salvajes, etc.
Este también fue el caso para nuestros
ancestros. Una respuesta de huida o lucha salvaría sus vidas de animales
salvajes. Esta respuesta está presente en todo animal para combatir a sus
enemigos y para salvar su vida de los depredadores. Una vez que la amenaza
exterior se desvanezca, la respuesta de huida o lucha subsidia y el cuerpo se
restaura al funcionamiento normal.
No podemos evitar más que preguntarnos ¿Por
qué el hombre moderno padece tanto estrés a falta de depredadores?
Normalmente, cuando una amenaza externa es
removida, la producción de adrenalina se detiene y el cuerpo se restaura a su
funcionamiento normal. Pero cuando estamos estresados y la amenaza es interna
(pensamientos negativos y emociones negativas), la producción de adrenalina es
constante. Esto ocasionará efectos dañinos al cuerpo a menos que la amenaza
interna “el estrés” sea manejado. En ésta situación “estrés” la hormona causa
más daño que beneficio.
¿Sabes por qué y cómo
exactamente afectan los pensamientos negativos impactan al cuerpo?
El último estudio revela que esta
adrenalina no solo se produce al combatir un accidente, amenaza o desastre,
sino que también cuando estamos estresados de forma más general. El estrés es
sin duda la enfermedad del hombre moderno. Lo sigue a dondequiera que este vaya
y los estudios demuestran que “la adrenalina se produce en el cuerpo cuando una
persona entretiene un pensamiento negativo en su mente o cuando siente
emociones negativas y la adrenalina se produce en el mismo momento en el que la
persona experimenta emociones y pensamientos negativos”.
Veamos hasta donde afecta esta Adrenalina
al cuerpo. La Adrenalina produce lo siguiente:
(1)
Aumento de azúcar en la sangre: La adrenalina incrementa la
producción del hígado a la sangre y disminuye la producción de insulina
trayendo como consecuencia más azúcar en la sangre. Esto predispone a padecer
diabetes mellitus.
(2) Aumento de
presión sanguínea: La adrenalina aumenta la presión en la
sangre al contraer las arterias y venas aumentando la presión. Ello predispone a padecer hipertensión.
(3) Aumenta el riesgo a padecer enfermedades
cardiacas: La adrenalina aumenta el ritmo, la fuerza y la contracción de
los músculos del corazón causando arritmias. La estimulación concurrente del
corazón debido al estrés puede producir una carga pesada en el corazón elevando
las posibilidades de tener un paro cardiaco.
(4) Obesidad: La adrenalina puede mover
la grasa de los depósitos y reubicarla en los depósitos de grasa del abdomen. Ello
causa un aumento en el índice de masa y genera obesidad. La obesidad es uno de
los factores de riesgo para el desarrollo de la diabetes y de la enfermedad
coronaria de las arterias.
(5) Indigestión y constipación crónica: La adrenalina disminuye el flujo de sangre a los
intestinos, disminuye la capacidad de digestión y aumenta el tono del esfínter
actuando en sus receptores lo que causa constipación crónica.
(6) Aumenta la susceptibilidad a bacteria, hongos e infecciones virales:
La adrenalina suprime la función de las células requeridas para combatir
enfermedades infecciosas y por lo tanto aumentando la susceptibilidad de una
persona a bacterias, hongos e infecciones virales. Cuando hay niveles más altos
de estrés aumenta nuestra susceptibilidad a tener infecciones del estómago y
gastritis común. El estrés crónico puede aumentar las posibilidades de padecer
infecciones urinarias en las mujeres.
(7) Aumento
en la tensión muscular: La adrenalina aumenta el flujo de la sangre a los músculos y causa
tensión muscular. Esto lleva a padecer dolores de cabeza que suele sentirse
después del final de nuestra jornada laboral. Los músculos tensos pueden causar
dolores de cabeza, dolor de hombros, dolor de espalda y dolor en el cuerpo. La
tensión muscular inducida por estrés crónico puede predisponer a padecer
fibromialgia.
(8) Disminución en el deseo sexual: La adrenalina disminuye la testosterona
producida en el hombre y el estrógeno en el caso de la mujer, ambos necesarios
para la estimulación sexual. El estrés crónico puede disminuir la producción de
espera y produce disfunción eréctil o impotencia.
(9) Alteraciones en
el ciclo menstrual: El estrés crónico puede causar menstruación
irregular o detenerla. En ocasiones puede causar flujo fuerte o doloroso de
sangre.
(10) Crea desórdenes psíquicos: El
estrés crónico es una de las causas fundamentales que provoca comer
compulsivamente o pérdida de apetito así como abuso del alcohol y drogas.
¿Cuál es la solución?
La respuesta es simple, pero difícil de
lograr. ¡Quitar el estrés de nuestra vida diaria!
Puede que te preguntes cómo hacerle para
remover algo que parece estar tan engranado en nuestra vida moderna. El primer
paso es aprender a controlar nuestros pensamientos y nuestras emociones.
Para lograrlo podemos usar una variedad de
técnicas. Terapias de PNL, mindfulness y meditación son herramientas
maravillosas que todos podemos usar para lograr ser maestros de nuestros
pensamientos y emociones.
En las siguientes entradas del archivo puedes encontrar ideas también:
Si lo que te interesa es hacer un trabajo más profundo, practica el ritual del desaprender y ataca al problema de raíz
FUENTES
(1) La ciencia de las emociones: Dr. Fahad
Basheer
(2) Tel efecto
del estrés en el cuerpo: Ann Pietrangelo
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