Para muchas personas, la niñez fue una experiencia
algo confusa. Atrapados entre amor incondicional, reglas, tradiciones, castigos
y en ocasiones humillación o hasta abuso. ¿A qué conclusiones llegamos desde
este popurrí de mensajes conflictivos? Pues llegamos a una interpretación sobre
cómo funciona la vida- una que define la forma en la que nos percibimos a
nosotros mismos, a los demás y lo que nos hace ser amados.
Una característica que hemos dejado ir en este proceso
llamado vida fue nuestra intuición: esa conexión que tenemos con lo que se
siente bien o mal, nuestro barómetro que tiene la llave a nuestro bienestar,
tanto emocional como físicamente. En su lugar, aprendimos que servir las
necesidades externas y expectativas de los demás son primero, y que ser
deshonestos sobre nuestras necesidades y sentimientos reales nos lleva
adelante. Así que aprendimos a fingir y perdimos la cuenta de lo que se siente
bien o mal dentro de nuestro corazón.
Por lo tanto, enfocarnos en nuestra transformación
personal se vuelve una prioridad, en lugar de aspirar a adoptar filosofías o
prácticas espirituales muy pronto que nos hagan sentir elevados. Hay desde
luego muchos beneficios de algunas prácticas como leer libros, aprender de
grandes maestros que nos pueden servir de guía con su verdad y sabiduría. Pero
lo que ocurre con frecuencia es que en lugar de eso, la espiritualidad se
vuelve un idealismo más, una forma de sentirse superior y ciertamente es la
mejor forma de que evitemos enfrentarnos a nuestras sombras.
Nada puede reemplazar a una experiencia directa, y
normalmente toma múltiples experiencias y entendimiento profundo para que
podamos cambiar la forma en la que percibimos la vida. Tales encuentros honestos
con nosotros mismos requieren coraje, pero también abre camino para prácticas
espirituales que culminen en momentos de despertar.
Para que ésta transformación ocurra, se necesita de un
compromiso profundo. Una en la que prometamos reclamar un entendimiento sobre
quienes somos realmente más allá de todas las máscaras y protecciones que hemos
coleccionado y fortificado a lo largo de los años. Debemos estar listos para
permitirnos sentir profundamente dentro de nosotros y de enfrentar nuestros sistemas
de creencias. Cuando estamos trabajando para llegar a un entendimiento profundo
es necesario darle a nuestras vidas y estructura personal algo de atención
especial. A continuación hay unas consideraciones y prácticas en el camino para que ésta
transformación suceda:
Qué tan auténtico y honesto soy conmigo mismo
Para la gran mayoría, ser auténticos y honestos sobre
lo que sentimos no fue una prioridad durante nuestra crianza. Era más bien cumplir
y encajar lo que se incentivaba. Lo que tenemos que ver con ojos nuevos es cómo
me siento sobre expresar mi verdad – no para o en contra de nada, sino como
punto de referencia de cómo me siento en determinado momento.
Para recuperar el derecho con el que naciste de tener
una experiencia de vida “a tu manera” pregúntate ¿Tengo permitido ser honesto
sobre lo que siento? Y ¿Puedo tener mi propia experiencia? Pregúntate cómo
sería tu vida y qué pasaría si te permitieras ser honesto sobre tu experiencia.
Cómo calculo mi valor propio
Nuestro sentido de valor propio es quizá el principal
motor detrás de nuestras acciones. Puede que hagamos cosas que no se alinean
con nuestros valores, pero el temor de no pertenecer o ser amados puede que sea
más fuerte que cualquier entendimiento cognitivo que podamos tener.
¿Qué define a este importante sentido del ser y qué
tan relacionado está con lo que los demás piensen de mí? ¿Me siento valioso
cuando soy bueno, exitoso, cariñoso, fuerte, resiliente o feroz?
Lo que tengo que ver con nuevos ojos es ¿cuánto
esfuerzo necesito para sentirme valioso? ¿Cuánta verdad mía sacrifico?
Cómo me relaciono con mi lado oscuro
Somos buenos expresando y mostrando partes de nuestra
personalidad que sentimos que son buenas y bien recibidas por otras personas. Éstas
pueden ser inteligencia, éxito, bondad y muchas otras cualidades positivas.
Pero aquellas partes que juzgamos y que nos desagradan, las guardamos en
nuestro sótano personal. No queremos verlas y definitivamente no queremos que
nadie más las vea. Se siente tan peligroso e inestable además de que nos puede
poner en el peligro de perder estatus y pertenencia.
Enfrentar a nuestro lado oscuro y abrazarlo es un paso
esencial a la plenitud, marcando una parte integral de cualquier camino espiritual
verdadero.
Cómo busco significado y me relaciono con lo que no lo
tiene
¿Cuál de las siguientes preguntas te resuenan?
· ¿Necesito que mi vida tenga sentido?
· ¿Qué tiene sentido en lo que hago?
· ¿Qué se necesita para que pueda generar sentido?
Todos buscamos el sentir que lo que hacemos tiene
sentido y aun así tener preguntas si ese es el caso. Puede que tengamos una
lucha interna o externa con lo que es importante o se siente mediocre. Pero al
final del día, el tema del sentido permanece abierto para muchos.
Entonces, ¿qué es lo que crea la sensación de sentido
en mi vida y como hago para manifestarlo?
Cómo es mi amor propio
Mucho se ha escrito y dicho sobre la importancia del
amor propio, pero ¿realmente abrazamos este entendimiento en nuestras vidas? ¿Me permito expresar mis necesidades? ¿Respeto a mi cuerpo y sentimientos? ¿Camino la vida a
mi propio ritmo?
Lo que necesita nuevos ojos es mi relación conmigo
mismo. Tengo que explorar hasta qué punto soy yo primero- no por egoísmo, sino más
bien por respeto a mi propia experiencia y límites.
Como enfrento errores y fracasos
Cualquiera que sea la causa, en ocasiones nos fallamos
a nosotros mismos y a los demás por aceptar más de lo que podemos masticar,
manipulando situaciones o gente, o lastimando a otros sin darnos cuenta.
Pregúntate, ¿cómo me trato a mí mismo cuando meto la
pata? ¿Qué siento cuando me encuentro a mí mismo sin vivir de acuerdo a mis
propias expectativas y las de los demás?
Lo que necesita nuevos ojos es la relación que tengo
con la culpa. ¿Puedo permitir que la vida me confronte con experiencias que me
dejen excluido, juzgado o pagando las consecuencias de mis actos y aun así
volver a un estado de inocencia? Un punto en el que puedo comenzar desde cero,
fresco una y otra vez. Un punto en el que me enfrento a la culpa sin llevarlo a
un lugar de auto-castigo.
Cómo escucho y hablo con mi intuición
Cierra tus ojos y nota si sientes algo en tu estómago.
Existe una sensación de bienestar o de incomodidad? ¿Qué se siente estar junto
a determinada persona o en una situación en particular? Con frecuencia
ignoramos ésta sutil sensación en nuestras entrañas de culpa o conformidad y
por lo tanto nos ponemos en situaciones que se sienten mal.
¿Entonces, tengo permitido tener mi propia
experiencia, escucharla y actuar sobre ella?
Traducido
por Karina Carlos
Comentarios
Publicar un comentario